MI MUNDO INTERIOR ES DE COLORES
Mi mundo interior es ese lugar de paz donde me siento abrazado, arropado, por mi mismo, por la vida, por mi ser. Allí puedo acceder a Todo. Conecto con mi sentir más profundo. Es el cajón de mis recuerdos, mis experiencias, vividas y por vivir. De mis potencialidades, de todo lo que forma mi verdadera esencia.
Espiritualidad más auténtica.
Desde mi mundo interior puedo construir mis días y mis noches. No es que tenga mi agenda allí y la lea. Entro en mi y soy capaz de escribirla según mi Sentir. Es mi punto de equilibrio. Donde quitó todas mis máscaras. El corazón de la cebolla que late y vibra, y siente, y piensa y planea, y decide, y sabe, y desea, y disfruta, y comprende, y CREA. Es la habitación mágica de nuestra infancia. Donde jugábamos sin pudor y con entusiasmo a crear aquello que nos deleitaba y nos hacía sentirnos auténticos.
En mi mundo interior, tengo todo eso y más. Allí están los amigos imaginarios que me acompañan, me guían, me orientan y me aconsejan, y me divierto con ellos en el diálog interno de mi propia voz, escenificando mis roles. En mi centro está mi esencia, mi chispa, mi espíritu liberado del cuerpo ( de los cuerpos) pero a la vez conectados con ellos, porque mi mundo interior está en mi en cada momento, en cada célula si realmente me abro a escucharlo y darle batuta en mi vida para que mi gran Ser tome las riendas de la vida y la convierta en plena.
En mi mundo interior desaprendo lo que no me sirve para volver a crear lo que me da vida.
Mi mundo interior es sencillo, infinitamente sencillo. No es solemne, pero es mágico y forma parte de mi de manera tan bella como un amanecer lo es a la vida. Quizás por eso no le doy el valor que tiene. Siempre está ahí, a mi alcance, y a veces no soy consciente de lo maravilloso que es para mi.